¿Te has dado cuenta de lo engordantes que son los antojos? Para muchas son el más grande enemigo, porque son esos momentos “inocentes” donde nos permitimos llevarnos algo engordante a la boca…
Poco a poco terminamos con miles de calorías acumuladas de la forma que más detestamos: Grasa.
¿Pero por qué nos ganan los antojos? Y más importante: ¿Cómo podemos ganarles y bajar esas libras de más? Y créeme, es muy importante que lo hagas porque eso significa perder 10 o 20 libras.
Como ya sabes, este blog es de consejos honestos para perder peso de manera permanente y por eso te voy a hablar del secreto que te llevará a terminar con tus antojos. Este secreto no está en tu boca, sino en tu mente…
CUESTION DE PERSPECTIVA
Si te das cuenta nuestra perspectiva siempre se centra en el sabor, en el antojo… pero nunca en “the bigger picture”, nunca en el panorama completo y los efectos a largo plazo.
En vez de pensar en la vida que estamos llevando, en el cuerpo que tenemos, en las libras de más, en nuestra meta de cuerpo ideal… pensamos en lo que se nos antoja.
Sacrificamos lo más importante a cambio de algo que ni siquiera importa tanto.
Comienza a ver a tu antojo como algo poco importante, incluso despreciable. Es uno de tantos cambios que tuve que hacer para dejar de comer en exceso y para dejar de comer chatarra.
Cada que sentía un antojo, en vez de tolerarlo y seguirlo hasta el refrigerador me decía a mí misma: “Ana, tú no tienes por qué ser esclava de este antojo. ¿De verdad quieres añadir esto a tu cuerpo?”
Y de verdad me funcionaba porque el reflejo de ir a comer eso que se me antojaba estaba siendo interrumpido por una mentalidad de ganadora. Otra cosa que me decía era: “Estará muy rico, pero no justifica que yo termine siendo castigada por mi antojo.”
Piensa en esto amiga, tu antojo terminará pasándote factura y castigándote. Por mucho tiempo tuve que repetirme estas palabras: “Ana: No es simplemente llevarse algo a la boca, es la grasa que terminará en tu cuerpo.”
ÁMATE, NO TE HAGAS DAÑO
Y tú no mereces eso, tú mereces ser una mujer delgada y hermosa. ¿Qué hay que hacer? Simplemente cambia tu patrón mental, la clave está en tu pensamiento.
Y ahora estoy segura que estás pensando que esto es algo verdaderamente difícil, pero antes de que te desmoralices quiero decirte que hacer este cambio es más sencillo de lo que crees.
Lo único que necesitas hacer es mantener estos pensamientos bien claros en tu mente. Note fuerces a hacer algo para lo que no estás lista, porque habrá un rebote. En vez de esto el cambio lo lograrás si haces avances lentos, pero seguros.
En vez de buscar forzarte a cambiar toda tu alimentación de la noche a la mañana prométete ser consciente de lo que te estás llevando a la boca. Eso es todo lo que tienes que hacer, ser consciente.
CORRIGIENDO PATRONES
Dejar de pensar a corto plazo y pensar en el impacto real que están sufriendo tu cuerpo y tu vida.
Verás que te será mucho más sencillo controlar tu pensamiento que controlar tu alimentación, porque tu antojo sigue a tu mente, no al revés. Cuando tu pensamiento es claro y determinado tu cuerpo se adapta en automático. De hecho es lo que hasta este momento ha sucedido…
Tu mente ha creado ciertos hábitos alimenticios por tus patrones de pensamiento. Corregirlos como te estoy indicando te va a dar resultados opuestos: Si hoy sufres de sobrepeso pasarás a ser una persona delgada.
Y todo comienza en tu mente amiga.
EN RESUMEN
Para concluir: Todo lo que necesitas hacer es cambiar tu pensamiento, ser más consciente de lo que estás comiendo y el por qué lo haces. Sin forzar tu alimentación sigue siendo consciente y esto te llevará a bajar de peso de forma sencilla, porque tu estomago obedece a tus nuevos patrones de pensamiento. Patrones más sanos y programados para bajar de peso.
Lo importante es que sigas siendo consciente, así que enfócate en esto. Nunca te “des permiso” de comer algo que sabes que te hará daño, porque eso es dejar de ser consciente.
Esto le gana a la dieta, porque hacer dieta es un cambio que no llega a afectar tus patrones de pensamiento, que es la raíz de tu sobrepeso. Si comienzas por la raíz los cambios serán seguros.
Sé consciente, piensa en el impacto real y muy pronto podrás gritar:
¡Ya bajé de peso!
Ana Smith.
